miércoles, 19 de octubre de 2011

En Blanco

¿Cómo postear algo si ni musa ni nada? creo que me dio ese miedito a la hoja en blanco que tanto critiqué algún día.

miércoles, 7 de abril de 2010

¿LES HA PASADO ALGO ASÍ?

La verdad es que jode mucho.

Un amigo me mandó el link y además de cagarme de la risa me entró la nostalgia.

¿Por qué si se dan cuenta que babeamos por ustedes no nos dicen algo para detener la angustia?

Creo que es algo muy común.

Ahí está pues.



Que les divierta

miércoles, 30 de diciembre de 2009

VIENE EL 2010

Bueno, se terminó el 2009 y según las cuentas sigue un año muy complejo.

Sin embargo estoy seguro que a pesar de los pesares lo vamos a pasar bien.

Aprovechemos las oportunidades y hagamos que todo sea motivo de buenos éxitos.

UN ABRAZOTE PARA TOOOODOS!!!

Y como en el circo Atayde: ¡¡¡AHÍ NOS VEMOS!!!

jueves, 17 de septiembre de 2009

Yo he tenido mi Mrs. Robinson, pero a los 13 parte VI

Pues si, ya sé que me tardé mucho y no tengo perdón, pero Pánfila no ha querido despertar de su letargo y no ha salido nada bueno de mi pluma últimamente. Sin embargo por disciplina he de intentar terminar de una buena vez.

Create PlaylistPop-out playerDownload music and ringtones


Veamos, mmmm, sino mal recuerdo me quedé en que era miércoles y debía hacer una llamada.

-Hola, soy el amigo de Alberto-

-¿Con quien quiere hablar?-

-Con la tía de Alberto-

-Permítame tantito, la voy a llamar- Creo que era la señora del aseo.

Tardó como 2 eternos minutos, y justo cuando la cobardía me estaba haciendo colgar el teléfono, escuché su voz dando órdenes –Necesito que termines pronto porque voy a tener visitas-.

-Hola grandulón, pensé que no me ibas a llamar, pero que bueno que lo hiciste porque sino me iba a poner muy triste-.

-Ho o o ola-.

-No estás muy parlanchín que digamos nene- Odio que me digan nene -¿cómo estás?-.

-Bien, normal, bueno un poco nervioso-.

-¿Y por qué está nervioso el señor?-.

-No lo sé, sólo estoy nervioso-.

-Bueno, no perdamos más el tiempo. Paso por ti a las 11 ¿estás de acuerdo?-.

Eran las 10am, vacaciones de verano, sin nada que hacer en particular. Me tenía atrapado, no había argumentos en los cuales escudarme –Este eeh, si, si ¿Qué vamos a hacer?-

-Tú déjamelo de mi cuenta. Paso por ti en una hora-.

¡¡¡En-la-ma-dre!!!, colgó el teléfono y no pude decir más. Inmediatamente me fui a duchar, cosa rara en vacaciones para mí. Busqué y busqué que ponerme. Este no, me veo muy niño, este tampoco me veo muy ñoño ¿me pondré el veintiúnico traje que tengo? ¡¡¡¿¿¿Qué hago???!!! Lo que tengo claro es que no me voy a afeitar porque sino voy a parecer niño ¿Qué me pongo? Por fin encontré lo que me pareció adecuado, ropita más o menos formal, zapato marrón bien boleadito, un blazer azul marino, un pantalón de pana beige, camisa azul cielo, en fin todo un hombre de negocios según yo. Fui y le robé a uno de mis hermanos un poco de Agua Brava, era lo de hoy en eso días. Bien peinadito y 30 minutos antes de las 11 ya estaba listo. Ahora la laaaaarga espera dentro de mi habitación para no despertar sospechas.

Lo malo fue que mi hermano volvió antes de lo previsto y además de burlarse de mí -¡Que! ¿Vas a hacer tu primera comunión? Te peinaste de “voy a ver a mi padrino” jajajajaja- me reclamó que usara su loción. Eso sirvió para que el tiempo se pasara más rápido.

Desde la ventana vi llegar su coche, salí corriendo y mi madre con ojos de plato dijo –¿A donde vas tan guapo?- Sólo alcancé a decir que iba a la Netzahualcóyotl a un concierto. Le di un beso, me robé un par de rosas del florero y salí justo cuando ella se estaba estacionando.

Abrí la puerta del coche y me subí sin pensar.

-Uy se ha subido todo un caballero a mi coche ¿Quién es usted señor?- dijo mirándome con una sonrisota muy especial, me dio un beso en la mejilla y echó a andar. –Hueles muy rico hoy- me arrebató las rosas que ni me acordaba de ellas -Me trajiste flores, ese es un excelente detalle de tu parte-.

Quise decirle que se veía mucho más bonita que otros días pero no supe como hacerlo, quedé impresionado de su belleza, de su sonrisa, estaba radiante, se le notaba muy feliz. Ni tiempo de revisarla porque no dejaba de voltear a verme.

-Vamos a pasar el día juntos, tooodo el día, así que espero que el señor haya cancelado todas sus citas para que nadie nos interrumpa-.

-Este si, no tengo nada que hacer, sólo debo volver a casa no muy noche.-

-Ay, al nene lo regaña su mamá si llega tarde a cenar, está bien, no te preocupes volveremos temprano. Como a eso de las 6 de la mañana, porque eso es temprano ¿no? Jajajaja.- Lejos de enojarme por su burla, el estado de nerviosismo me hizo soltar una carcajada.

En el camino me contó que tenía pensado hacer de mí todo un hombre, que ella sabía como enseñarme a tratar a las mujeres y que nos íbamos a divertir mucho. Que me relajara y disfrutara lo que ella llamó “Nuestro día”, el que nunca íbamos a olvidar los dos.

El trayecto no fue largo, mi casa estaba relativamente cerca del Pedregal donde ella vivía. Una casa enorme con un jardín gigante todo con pasto muy bien cuidado y árboles muy grandes.

Cuando se bajó del coche me di cuenta que no llevaba ropa interior.

No había gente en la casa, los muebles eran blancos de estilo futuristas, había grandes ventanales y desde cualquier punto se veía el verde, muy verde jardín. Por otra ventana alcancé a ver una alberca que tenía una especie de cascada artificial.

-Pasa, vamos a tomar algo, por supuesto que nada de alcohol porque todavía estás muy chico para ello-.

-No estoy chico y no quiero tomar nada gracias-.

-Uy el hombrecito se molestó porque le dijeron chico jajaja. Ok ¿quieres estar aquí en la sala o nos vamos al jardín junto a la alberca? No hay nadie en casa, sólo estamos tú y yo-

-Es que no traje traje de baño-

-Jajaja, traje traje traje, perdón pero se oyó chistoso. No te preocupes, nos sentamos por ahí a platicar.-

Se quitó los zapatos, me dijo que hiciera lo mismo, se metió a la cocina y desde ahí gritó algo que no entendí. Apresuradamente me quité los zapatos y revisé que mis calcetines no tuviesen hoyos. Después me acerqué los pies a la nariz para garantizar que no olían mal, y justo en ese momento apareció con una charola, una jarra y vasos.

-¿Estás haciendo yoga? Jajaja. Vente para acá-

Me sentí aliviado al constatar que mis pies no olían mal. Dejé mis calcetines dentro de mis recién boleaditos zapatos en la sala. Caminé por ese piso de mármol relucientemente blanco y salí al jardín para sentarme en el pasto junto a ella.

-Está lindo el día ¿no crees?-

-Si, lindo. Aunque yo prefiero los días lluviosos-

-No te preocupes, seguramente en esta época del año siempre llueve por las tardes-. Ambos mirábamos hacia la alberca, se hizo el silencio.

De pronto se levantó –Se me olvidaba algo, no te muevas de aquí te tengo un regalito- y se metió a la casa.

No tardó en aparecer de nuevo, traía en sus manos una caja con un moño rojo, se sentó junto a mí, pero esta vez no dejó espacio entre los dos. –Creo que te va a gustar, ábrelo-.

¡¡¡WOW!!! Era un jersey oficial de los Osos de Chicago ¿cómo supo que ese era mi equipo favorito? Le debió costar un montón porque ese tipo de cosas no se podían encontrar aquí.

-Muchas gracias, está padrísimo. Justo los Osos es el equipo al que le voy-.

-Anda pruébatelo, a ver si supe la talla-.

En efecto me quedó perfectamente bien. Le di un abrazo y un beso sin medir las consecuencias porque justo en ese momento, quitó la mejilla y puso la boca. Sin pensar la besé con euforia, pero se hizo para atrás y me dijo:

-A ver osito, parece que no entendiste la lección en Cuernavaca, despacito papito, con calma, tienes que ser tierno. Recuerda que esto es de dos y ambos debemos sentir rico. No hay prisa, tenemos tooodo el día.- Y me volvió a besar como aquella vez.

Mis piernas comenzaron a temblar, el corazón se aceleró a mil por hora, perdí el sentido del tiempo y el espacio. Terminé recostado en el pasto y ella casi sobre mí. Fue entonces cuando me di cuenta que estaba sintiendo su cuerpo y lo peor que ella estaba sintiendo mi erección. Pero era demasiado tarde, no tenía forma de escapar. Mi brazo derecho quedó atrapado y el izquierdo no tardó en ocuparse pues lo tomó y puso mi mano sobre sus nalgas. Entre beso y beso dijo –Acaríciame osito, pero hazlo con calma, tiernamente. No pienses, disfruta, pero si algo no te gusta me lo tienes que decir- ¿Qué cosa no me habría de gustar? Entre el pánico y la emoción no tenía tiempo de pensar en que me gustaba y que no. Sólo me preocupaba que se diera cuenta que estaba a todo lo que daba, pero parecía que o no le importaba o le gustaba.

Se montó en mí, me dijo que tenía que controlar la respiración, que me relajara y se abrió la parte de arriba del vestido. Vaya, quien podría controlar la respiración y relajarse en esos momentos. Puso su pecho a la altura de mi boca y me dijo que no la mordiera.

Después de un rato de besos y caricias se levantó, me tomó de la mano y me llevó hasta una habitación muy bonita donde había una enorme cama con pabellón de tul blanco. Se quitó el vestido, se metió a la cama, me extendió los brazo diciendo –Ven papito, acá vamos a estar más cómodos-.

Mi estadio de fascinación era tal que no respondía conscientemente, al momento de acercarme me zafó el cinturón, me quitó la camisa y fue ahí donde me di cuenta que su cara tenía una expresión rara, como si estuviese bajo la influencia de alguna droga, pero a pesar de que yo no la vi meterse nada me asusté un poco. Lo peor vino cuando, yo aún parado al borde de la cama me bajó los pantalones con todo y todo, entonces me vio completito. La vergüenza que me dio fue por la erección, pero al ver mi cara de susto, sonrió con ternura y me dijo que no me preocupara, que eso era lo más normal además de que era necesario para lo que iba a pasar. Me tomó de las manos y tiró de mí para acostarnos y seguir con los besos.

De pronto se detuvo. La cara le cambió de nuevo, y en un tono muy peculiar me dijo.

-Cariño, esto es hacer el amor, y es el acto más puro y bello que una persona puede vivir. Tienes que disfrutarlo pero para que así sea, para que sea un gozo total tienes que hacer que tu pareja también lo disfrute. Todo esto se trata de dar y recibir placer, intenso placer. Donde el único límite es el que el otro ponga. Fuera de eso todo se vale. Tienes que estar dispuesto a recibir y aprender a leer el lenguaje corporal del otro. Recuerda, no hagas nada que el otro no esté de acuerdo y que no te hagan lo que a ti no te guste-.

Prácticamente me fue llevando de la mano, a cada movimiento que hacía esperaba su aprobación.

-Así papito muy bien- entonces un poco de sentir la plenitud que tenía al borde de la alberca, pero sin dejar de pasarlo bien. –No osito, eso no, o por lo menos no en este momento, ve aprendiendo lo que nos gusta y lo que no-.

Me hizo recorrer todo su cuerpo con mis manos, en algunos lugares me enseñó como acariciarla y como no hacerlo. Después ella me dijo, ahora cierra tus ojitos y solamente disfruta, relájate y déjate llevar. Acostado bocarriba con los ojos cerrados me acarició con las manos, pero había momentos en los que yo apretaba todos los músculos y abría los ojos, entonces ella ponía su mano sobre mi cara, me decía con ternura que me relajara y volvía a cerrar los ojos. Varias veces pasó lo mismo hasta que fue inevitable que diera un brinco. –Tranquilo osito, tranquilo, respira profundo, relaja los músculos, no aprietes los dientes. Déjate llevar-.

Lo hice lo mejor que pude, y si lo estaba pasando de lo más bello, con un montón de ideas, pensamientos, suposiciones, y mitos que se iban desvaneciendo, otros afirmando y con la cabeza hecha un remolino. Me puso bocabajo y siguió con lo que estaba haciendo. Esta vez no fue tan intenso pero también fue delicioso.

Se detuvo y dijo –Ahora te toca a ti papito, yo te voy diciendo que tienes que hacer para darme placer y verás lo lindo y divertido que es. Esta vez vas a usar tus manos y tu boca para recorrer todo mi cuerpo.- Se acostó bocabajo y me fue diciendo que hacer. Uy uy uy cómo disfruté eso, no quedo poro sin caricia. Entonces se volteó, su cara otra vez tenía ese gesto raro, como si hubiese tomado algo.

Entonces vino lo mejor hasta el momento. Me llevó de acá para allá, si bien mis manos participaban, todo se centraba en lo que mi boca hacía, y eso era lo que ella me iba diciendo. Y digo que vino lo mejor porque sus reacciones era mucho más intensas y ella hacía ruidos extraños que de alguna forma me gustaban y me hacían sentir mejor. Ya había recorrido casi todo su cuerpo con la boca cuando llegué o más bien me dirigió a su pecho, su generoso y bien formado pecho. Ahí me dijo que le diera una mordidita.

–Pero me dijiste que eso no se hacía-.

Entonces con una voz que casi no se escuchaba dijo –Que tontito eres, ahorita es el momento adecuado, pero tienes que hacerlo de forma gentil, tienes que darte cuenta del momento justo en el que esa mordida esté entre el placer y el dolor. Si encuentras ese punto justo voy a tocar las estrellas otra vez.-

No entendí eso de otra vez pero siguiendo sus instrucciones. Creo que lo logré porque hubo un momento en el que se retorcía y gemía de manera intensa y extraña.

Después llevo mi boca y conocí uno de los placeres más deliciosos, mi boca nunca había sentido nada igual, tan peculiar y sobre todo que nunca pensé que fuese capaz de provocar lo que estaba provocando en ella. Algunas veces me asusté del los gritos que daba y no entendía porque me empujaba y justo cuando me iba a quitar me volvía a jalar hacia ella. Yo terminé empapado de ella, de un líquido que olía y sabía raro, pero nada desagradable.

Se relajó y dijo –Ven papito, acuéstate junto a mí, descansemos un ratito- Lo hice, me acosté y ella se acurrucó casi encima de mí. –Eres sencillamente maravilloso osito mío, gracias papito- Entonces el silencio se hizo de nuevo. Una paz que nunca había experimentado envolvió al ambiente. Sólo escuchaba su respiración y la mía.

-¿Sabes osito? No parece que tuvieses 13 años, me has hecho disfrutar como nadie- Quise hablar pero puso su mano sobre mi boca.

Después de un rato la conciencia me empezó a dar lata, nunca pensé, sino hasta ese momento que alguien podría entrar a la casa y me asusté.

-¿Qué te pasa?-

-Nada, sólo que ¿si entra alguien?-

-No te preocupes, nadie puede venir-.

Entonces se incorporó, me miró fijamente a los ojos, comenzó a besarme y acariciarme. -¿Viste osito? De eso se trata, de hacer magia, de tener un momento de placer pleno, no sólo de acostarse y venirse. Eso es el chiste de todo esto, de hacer que el antes, el durante y el después sean memorables.- Juro que no entendí lo que quiso decir pero no pregunté más porque de pronto sentí algo que jamás había imaginado. Ella estaba totalmente encima de mí y yo dentro de ella.

Fue toda una contradicción porque me decía que me concentrara y que me relajara, que me dejara ir pero que no perdiera el control, que tenía que hacer que ese momento durara mucho tiempo para que los dos lo disfrutáramos. Pero fue imposible, no duró mucho el numerito porque de pronto sentí que me desbordaba, no sabía lo que estaba pasando ella con su vaivén y sus gemidos encima de mí y yo sin poder controlar nada. Hasta que pasó lo que tenía que pasar.

Perdí el conocimiento por un instante y de pronto todo terminó.

Sonriendo se acostó y dijo –no está mal, nada mal aunque tienes que aprender a controlar tu respiración para que ese momento dure más. Es cuestión de tiempo y práctica ya verás que lo vas a hacer mejor-.

-Recuerda osito, tu placer depende directamente del placer que le provoques a tu pareja, sino no sirve, eso sería como los animalitos que sólo lo hacen para procrear y nosotros los humanos lo hacemos también para sentir placer.- cerrando los ojos se quedó dormida.

¡¡¡NO MA MES!!! Procrear, el pánico se apoderó de mí, no habíamos usado nada, entonces el terror me invadió ¿y si la embarazo? Estoy muy chico para ser padre. Mi imaginación voló, ¿Qué le voy a decir a mis padres? ¡¡¡EN LA MA DRE!!! Me quedé petrificado, quería huir de ahí pero no podía mover ni un solo músculo.

-O o oye, no me puedo mover. ¡Oye no te quedes ahí dormida tenemos un problema grande!-

-¿Qué pasa osito?- dijo sin moverse ni abrir los ojos.

-No puede ser que estés ahí tan tranquila después del problemón en el que nos hemos metido-

-¿De qué hablas cariño? Todo está bien, descansa y disfruta el momento-

-¿Cómo me dices eso? Vamos a ser padres y tú como si nada-

No pudo contener la risa y cuando me di cuenta de eso me enojé muchísimo –No te rías que esto es muy serio, un hijo es algo muy gordo-.

Entonces se incorporó, puso su mano en mi boca y dijo –Ay osito que ternurita, no te preocupes, nada de eso va a pasar, no me voy a embarazar porque tomo la píldora, si sabes que es la píldora ¿verdad?-

-No y no quiero saber, lo que quiero es que me digas qué vamos a hacer.-

-Ten calma, nada malo va a pasar. Todos los días tomo una pastilla que es precisamente para no quedar embarazada- Me miró a los ojos con ternura, acarició mi cabello, puso sus labios en mi boca, después dijo –Ay mi chiquito, tienes mucho que aprender, pero yo te lo voy a enseñar. Por el momento cree en mí y ten la seguridad de que nada malo te va a pasar.-
Creo que me tranquilicé, aunque no del todo. Casi prefería irme a casa porque habían pasado muchas cosas fuertes en una sola tarde. Me puse a llorar sin saber la razón. Ella me abrazó en silencio. Solo dijo como un susurro –No pasa nada osito, de verdad, no pasa nada.-

Se levantó de la cama, se metió al baño, y juro que la oí hacer pis porque no cerró la puerta. Entonces escuché la ducha –Vente papito nos vamos a dar una ducha porque ya pronto te voy a llevar a tu casa.-

Creo que no cumpliré mi palabra de terminar, porque ya me extendí mucho esta vez. Así que el personal habrá de disculparme y tendrán que visitarme una vez más.

sábado, 4 de octubre de 2008

DAPUNTO BEAT LA ARMA CHIDO EN EUROPA!!!

INTERRUMPIMOS LA DE POR SI LENTA SECUENCIA DE MRS. ROBINSON PARA HACER UNA ACLARACIÓN, TAL VEZ UN TANTO TARDÍA, PERO QUE ESTIMO NECESARIA.

Hace unos minutos pliatiqué con mi sobrino Ian, la verdad es que siempre disfruto las charlas con él.

Me contó como les fue en España, antes de irse estaba muy inquieto con la presentación en el Festival Internacional de Benicassism. Fue todo un éxito en tierras ibéricas, y en Suecia les fue genial. También me dijo que ya les habían conseguido otras presentaciónes: 8 oct 2008 Sala Siroco festival vivamerica Madrid; 9 oct 2008 Casa de América Madrid y 10 oct 2008 Menorca Baleares.

La verdad es que me da mucho gusto porque DA PUNTO BEAT es un muy buen proyecto y merece que les vaya así de bien o mejor. FELICIDADES CHICOS!!!



En el post del 12 de junio puse lo siguiente:
"A pesar de que creo que lo que realmente les hace falta es un buen representante que los quiera ver triunfar, este año han logrado ser llamados para participar en varios festivales fuera del país."

Después de lo que hoy me contó Ian caí en cuenta de que ese comentario no era del todo acertado. He de aclarar que lo hice en razón de que para mi gusto DPB debería tener más presencia en los medios, pero me refería a la radio y la TV en México. Yo no sabía que tenían un representante específicamente en Europa.

Así pues, mis respetos para el representante que tienen allende los mares, que ha hecho que DPB tengan buena presencia del otro lado del charco. Lo malo del asunto es que no le pregunté a Ian el nombre de su representante, sin embargo creo que merece que me disculpe ante él por el mal entendido.

DPB sigan triunfando, sólo les tengo un reproche, ya se están tardando con el nuevo material jejeje.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Yo he tenido mi Mrs. Robinson, pero a los 13 parte V

Hola de nuevo, después de un largo tiempo de hueva, provocada por distintas razones, aquí estoy, tratando de terminar este asunto.

Si a Lucas le tomó 6 episodios, no veo porque yo no pueda hacer lo mismo. Bueno eso sólo en caso de que no me de esta parte para terminarlo. Vayamos a donde me quedé.

Bueno, después de resolver algunos problemillas técnicos, sigo.


¿Donde me quedé?


Create PlaylistPop-out playerDownload music and ringtones
Eso de ser un "gran besador" no estaba en mis planes, sin embargo me dejé llevar, muerto de miedo, y más bien paralizado (en todos los sentidos) por la situación. Tal vez por eso me dejé llevar.


Ella se volvió a acercar, despacio mirándome a los ojos, volví a sentir lo esponjoso de sus labios. Esta vez ella llevó el ritmo, me daba ligeros besos, cada vez mas largos hasta que los posó definitivamente sobre los míos. Entonces sentí su lengua, fue como si me invitara a tocarla con la mía. Entonces entendí que los besos eran eso, una nueva forma de acariciarse.


Mi corazón seguía acelerado, muy acelerado, mi respiración también era muy profunda, pero por alguna razón todo eso estaba bajo control. Sus dedos jugaban con mi cabello, la piel se erizó, mi reacción fue acariciar su espalda.


Todo iba muy bien, fue un momento realmente inolvidable. Por supuesto de cuando en cuando abría los ojos para saber que hacía ella, y me tranquilizaba la idea de verla confiada, sabiendo lo que hacía. Se me olvidó todo, la casa, Alberto, mis amigos, todo. El mundo dejó de existir por un momento. Todo era felicidad, todo hasta el momento en el que sentí como me tomó del brazo, buscando mi mano, para llevarla a su pecho, su gran pecho. Entonces me volví a asustar y me separé bruscamente.


-Tranquilo, no pasa nada- susurró mientras recargaba la barbilla en mi hombro. -Si una chica hace eso,- me explicó -tú debes corresponderle, sino va a sentir que la desprecias o que no te gusta. Pero si la chica no lo hace, o no hace algún movimiento para acercar su pecho a tus manos, debes esperar alguna otra señal porque sino la cosa se puede ir al caño.


-Volvamos a donde nos quedamos- y diciendo eso puso mi mano en su pecho y nos volvimos a besar. Yo sólo dejé la mano ahí, no sabía que hacer. Estaba nuevamente asustado.


-A ver grandulón, si ya llegaste a segunda base aprovéchalo, acariciarme, aprieta pero no muy fuerte.-


La sensación era realmente agradable pero ahora me encontraba en un lío, no podía atender a la lengua, los labios, la espalda y el pecho. Ponía atención en algo y descuidaba lo demás, y por supuesto me preocupaba la reacción propia de mi cuerpo. Que vergüenza si se da cuenta de lo que me pasa.


Poco a poco y más bien porque ella me iba llevando fui agarrando el ritmo, mis dedos intentaban sin éxito, meterse entre los botones del saquillo. Tenía que hacerlo despacio, sin que se diera cuenta sino hasta que ya estuviera ahí, pero no lo lograba. Así que como me di cuenta de que no se oponía me aventuré a desabrochar un botón. Chale, que difícil es hacerlo con una sola mano. Sin dejar de hacer lo que estaba haciendo ella misma se abrió la ropa.


Oh sorpresa, me di cuenta que ella también temblaba, estando en igualdad de circunstancias la cosa cambiaba un poco. Puso sus manos en mi nuca y poco a poco me fue llevando a su pecho, su respiración y esos pequeños gemidos me aceleraron aún más. Todo era nuevo para mí, y a pesar de no saber exactamente que hacer me dejé llevar.


De pronto, no sé porque, la mordí y ella dio un grito y me empujó -No seas salvaje- Enojada se cubrió de nuevo. O sea la cagué. No sé que cara habré puesto que de inmediato me abrazó y me dijo -No, no lo tomes a mal, lo que pasa es que me dolió mucho. Eso te debe enseñar a controlarte, nunca hagas algo que pueda romper el encanto, nunca le hagas daño a la chica con la que estás. Entiendo que te aceleraste, todo iba bien pero lo que pasó me desconcentró.-


En realidad yo estaba muy asustado por varias razones, primero por el grito, luego porque ese grito se escuchó hasta el DF, o al menos eso me pareció. Pero lo que más me asustó fue darme cuenta en donde estaba y lo que estaba haciendo, y con quien lo estaba haciendo. Por alguna razón quise salir corriendo. De echo lo hice, sólo alcancé a balbucear -Lo siento, buenas noches- y sin más me fui al baño en espera de que mi erección pasara.


Con cautela me metí en la casa de campaña, me acomodé lo más lejos que pude de los demás e intenté, sin éxito, dormir.


A la mañana siguiente, no sabía donde meterme, tenía un par de sensaciones encontradas, no me la quería encontrar, pero era urgente verla.


La abuela nos llamó a desayunar, Alberto y Mike empezaron a tirar a la gente a la alberca, según ellos para estar bien despiertos. Ese momento relajó un poco mi tensión, y todo mundo terminó en el agua, menos la abuela y la tía quien por cierto se apareció en la cocina como si nada hubiese pasado. Nos vimos y ella me saludó como cualquier otro día, yo quise acercarme y ella me hizo un gesto de indiferencia.


-Chale, si que la cagué- pensé en voz alta, Alberto me digo -¿de qué o por qué?-uy me di cuenta que me escuchó -eh es que... creo que no traje cepillo de dientes-.


Yo con todas las dudas del mundo y ella como si nada, no era justo, si la regué pues que me lo diga, no mejor no, mejor me quedo quieto, mmmm, pero es que.... y así todo el pinche día, y ella como si nada.


En una de esas fui a mear, y en el camino me alcanzó. -A ver grandulón, tú y yo tenemos que hablar- ¡Vertebra de burro! ¡ya se armó la gorda!.


-No te sientas mal, ese fue el inicio, un lindo inicio, porque hay un asunto que tenemos que terminar pero no es bueno que sea aquí. Te voy a dar mi teléfono y me llamas el miércoles. Por ahora sólo quiero que sepas que eres un gran besador y que lo pasé muy bien anoche, que ese accidente no fue tan malo que pasara, lo mejor fue detenerlo porque no es el lugar ni el momento adecuado-.


Me quitó un gran peso de encima, pero mi ansiedad creció. Ella me dijo también que habríamos de ser discretos, que ese era nuestro secreto y que si se enteraba alguien se tenía que terminar. Me hizo prometerle que ni a mi mejor amigo, que nadie tenia que enterarse. Me dio un breve beso en los labios y dijo -Para la gente yo soy la tía de Alberto y tú eres uno de sus mejores amigos, nada más-. Se dio la vuelta y se fue.


El resto del tiempo fue inevitable dejar de verla, y se hizo un raro juego entre ella y yo que nadie captó. Nos echábamos miradas de complicidad, pero no nos hablábamos. Ese fue un gran viaje a Cuernavaca.


El miércoles siguiente, después de darle mil vueltas al teléfono, me armé de valor y le llamé...


Como lo dije antes, si a Lucas le tomó 6 episodios ¿por qué a mí no me puede tomar lo mismo? Ahora si prometo terminar esta historia en la siguiente entrega. Prometo también no tardar tanto en publicarla.


No olviden dejar sus choros, porque si no veo comentarios pienso que le escribo al aire.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Yo he tenido mi Mrs. Robinson, pero a los 13 parte IV

Tengo un montón de cosas en la cabeza y mi pobre única neurona, que se llama Pánfila, no se da a basto. A ver hasta donde puedo llegar con este relato.

Estaba a punto de dormir cuando escuché una vocecilla -Psst psst grandulón ¿ya te dormiste?- un susurro apenas perceptible.

Abrí los ojos a todo lo que daban porque identifiqué la voz de la tía de Alberto. Me incorporé y ahí estaba, en la puerta de su cuarto, bueno el cuarto que debía compartir con la hermana de Alberto, pero ella se había quedado dormida en una de las casas de campaña. -Ven, no tengo sueño, vamos a platicar-


El pijama que llevaba no era precisamente atractivo, era un conjunto de pantalón y saquillo rosa con ositos ridículos. Eso si, bien que me di cuenta que debajo del pijama no llevaba nada, efectos del frio claro.


En automático me levanté con mi sleeping y la almohada y me metí al cuarto. En realidad estaba medio dormido, pero eso no me quitó lo nervioso, lo muy nervioso que me puse, sobre todo cuando escuché cuando la puerta se cerró. Me senté en la única silla que había, pero me dijo que me sentara en la cama junto a ella. A la mañana siguiente me desperté y salí corriendo por la vergüenza que me daría si se dieran cuenta que pasé la noche ahí.


Ahhhh que dijeron éste se saltó una parte, bueno está bien como son fieles a mi blog rebobino, aunque no esperen mucho de esta parte.


Create PlaylistPop-out playerDownload music and ringtones


Solté el sleeping pero la almohada no, esa era mi escudo para cualquier eventualidad, y sobre todo porque así podría ocultar cualquier evidencia de estado de ánimo de adolescente calenturiento. Fui y me senté en la cama, primero con actitud de "soy valiente y no tengo miedo" pero mis rodillas me traicionaban porque con su temblorina decían lo contrario.


Tranquilo grandulón, no pasa nada, sólo quiero platicar contigo- dijo encajando la mirada en mis ojos, con una sonrisa que me dejó estúpido.


-Veamos, dime una cosa ¿cuantos años tienes?-


Y el que siempre tiene que decir -Trrr trre tree trece-


-Tranquilo no pasa nada, mira, estoy hasta el otro lado de la cama, relájate ¿Tienes trece y ya estás tan grandote? wow y tienes brazos fuertes


¡¡¡En la madre!!! ¡que no se acerque, que no se acerque!


-Se ve que haces mucho ejercicio, aunque tienes algo de pancita jeje- Zas que forma de romper el encanto.


-Pues juego football americano-


-Wow que interesante. Y dime ¿que tal te fue este año en la escuela?-


¿No podía preguntar alguna otra cosa? vaya que desilusión, hasta el nervio se me quitó. -Pues me fue bien, el promedio fue bueno-


-Me da mucho gusto, la verdad es que es importante que un hombre como tú se prepare para el futuro.- Wow!!! me dijo hombre, ya me cayó bien, ella si sabe reconocer a un hombre cuando lo ve. Mi autoestima estaba por los cielos.


-Y dime ¿cómo se llama la afortunada? porque estoy segura que más de una de tus compañeras se morirían de ganas de andar contigo, seguramente hay una especial ¿no?-


Ouch! si bien en esos momentos no tenía novia, si que había alguien por ahí con la que andaba en trámites cortejales ¿Por qué pregunta eso? -Pues no se llama, no tengo novia-


-Que barbaridad, no es posible, seguramente no tienes novia porque te crees mucho y las que van en tu escuela no te parecen lo suficientemente guapas-


-Uy no para nada, más bien tengo mala suerte con las chicas- jeje, una mentirilla, porque ni buena ni mala, igual que todo mundo, sólo que eso de jugar football y ser de la selección de Voleibol tiene sus ventajas.


-No te creo, me estás queriendo engañar, a ver ¿cómo te gustan las chicas?-


-Mayores como tú- ¡¡¡En la madre!!! no sé porque dije eso. Mis rodillas reaccionaron ante semejante estupidez.


-Ah ¿si? ¿o sea que me estás diciendo vieja?-


Esa sonrisa no por favor que me desarmas -¡Oh no no no, para nada no quise decir eso, perdón perdón! O sea quise decir que las chicas de mi edad son aburridas y las viejas no, digo que las mujeres un poco más grandes...-


-Tranquilo- interrumpió -Ya no le compongas que lo estás arruinando, ya sé a lo que te refieres. Mejor dime porqué no dejas de mirarme, todo el tiempo me estás buscando con los ojos, a ver dime-.


-¿Yoooo? para nada, lo que pasa es que siempre me gusta ver para todos lados- Que estupidez acabo de decir.


-Pues yo pienso lo contrario, si estoy en un lugar y me muevo, inmediatamente me buscas- Se sentó junto a mí. -Así que no tienes novia, conque te gustan mayores como yo ¿que es lo que te llama la atención de una mujer como yo?-


¡No mameeeeees! el corazón casi se me sale -Este eh bueno, lo que dije, las chicas de mi edad son aburridas-


-¿Y si te doy un besito guardarías el secreto?-


No manches no manches, quiero salir corriendo ¿qué se hace en estos casos? ¡¡¡mis piernas no reaccionan!!! ¿y si no le gusta como beso? -Este eh si no digo nada, lo prometo-


No alcancé a decir más, sólo alcancé a apretar los ojos cuando sentí sus labios en mi boca. Uy esto se siente distinto, pero ¿por qué abre la boca?


-A ver- interrumpió -Si haces algo tienes que hacerlo bien, piensa siempre en la persona con la que estás. Si vas a besar a alguien tienes que hacer lo posible para que ella también lo disfrute. Vamos a intentarlo de nuevo-


Sólo dije que si con la cabeza y ella volvió a poner sus labios en los míos, pero se hizo para atrás.


-Vamos de nuevo, yo pongo mi boca en la tuya, tu tienes que dejar de apretar los dientes y relajarte-


Volví a cerrar los ojos y puse los labios como el que va a dar un beso, entonces ella se rio, abrí los ojos y me estaba mirando con ternura pero riéndose de mí.


-Sólo cierra los ojos y relaja los labios, voy a poner mi boca en la tuya y nos vamos a dar besitos, luego de eso tenemos que tocarnos las lenguas, hazlo relajado y verás que rico.


Aquí voy de nuevo, cerré los ojos y al sentir los de ella le metí la lengua hasta las anginas, la sensación fue extraña pero muy rica, así que con la lengua le revisé hasta las caries (en realidad no tenía).


-Ey ey ey- se separó -tranquilo no seas salvaje, es despacito, poco a poco, con ternura, a las mujeres nos gusta que nos traten con ternura, despacio, como una caricia con la lengua y los labios-


Ok ok, tú quieres que yo me tranquilice, que sea tierno y lo haga despacito, pero mi corazón va a tope y estoy como una moto ¿cómo quieres que me controle? -Lo siento, es que las chicas no me dicen eso cuando las beso-


-Te voy a hacer un gran besador, después de hoy chica que beses jamás lo va a olvidar-


En la próxima entrega finalizo este relato. Lo siento pero Panfila está que no puede más, no se me desesperen.


Postdata: ¿Alguien sabe cómo puedo abrir el margen del área de post?

sábado, 2 de agosto de 2008

ALEJANDRO AURA

He de hacer una pausa en mis absurdos relatos para hablar de alguien realmente importante e inteligente.





















Los que somos jóvenes desde los años 80's y hacíamos nuestra vida en Coyoacán, sobre todo los que nos hicimos regulares de "El Cuervo" tenemos mucho que agradecer a este hombre pues nos hizo acercarnos a la cultura, nos hizo comprender que lo culto no es necesariamente aburrido, entendimos a través de él lo bello de la poesía, lo divertido de hacer un buen chiste con inteligencia, sin caer en lugares comunes o vulgares.

Para mí verte en televisión significó la esperanza de que las cosas podían cambiar, podían mejorar.

Tus obras de teatro, tus divertidísimas pastorelas, tus libros, tu poesía y tu Blog, siempre al pie del cañón, a pesar de los pesares no dejabas de producir, de regalarnos tu trabajo.

También te recuerdo en aquellas películas setenteras, esas que pasaban en el canal 4 llenas de situaciones absurdas y de risa.

Te imagino como un joven siempre joven, siempre inquieto, siempre buscando, aprendiendo, enseñando.

Donde quiera que estés Alejando Aura, con tu cabello siempre canoso, los ojos siempre vivarachos, tu voz impresionante. A donde quiera que te hayas ido, ahí seguramente estarás haciendo algo inteligente para hacer reír, llorar, reflexionar y sobre todo pensar ¿Dime donde va a ser la puesta del nuevo X-E Bululú?

Desde este pequeño espacio recibe un gran abrazo, un GRACIAS por lo que nos dejaste, y recibe también una ovación de pié, de esas que sólo reciben los grandes como tú.

ALEJANDRO AURA (me robo algo que leí en el blog de Carmen Boullosa) QUE RÍAS EN PAZ.

miércoles, 23 de julio de 2008

Yo he tenido mi Mrs. Robinson, pero a los 13. Parte 3

Tercera entrega ¿Será la última?

Al salir de ese cuarto iba muy excitado, muchísimo, y el traje de baño decía "Estás como una moto". Abrí la puerta del refrigerador, sentí un poco de alivio con el frío, pero inmediatamente me vino a la cabeza la imagen de ella, aquí pegadita a mí, así donde podía sentir toooodo su cuerpo, y el frío del refri se esfumó. Otra vez como una moto, cogí unos cuantos refrescos y como pude, haciendo malabares para que no se me cayeran, volví a la fogata justo a tiempo porque alcancé a ver que ella se dirigía hacia mí.

Create PlaylistPop-out playerDownload music and ringtones


Llegué con mis amigos y me dejé caer en el pasto. Nadie se dio cuenta de mi estado de excitación ¡fiiiuuu! Ahí estaban jugando con una botella para elegir parejas y hacer "Semana Inglesa". Ese juego que consiste en poner a un chico y una chica de espaldas, alguien dice el nombre de un día de la semana, de lunes a domingo, a la voz ambos voltean la cara hacia un lado, sí coinciden se tienen que dar un beso, sino entonces ella da una cachetada. Bueno eso de lunes a sábado, si el domingo coinciden el beso tendrá que ser en la boca. Es importante recordar que éramos de 13 años. Mientras no me tocara a mí el desmadre y las risas me relajaron, pero dos cosas me preocupaban: 1.- Que en uno de esos arranques de juventud que le daban a la abuela de Alberto se sumara al grupo. Wakala darle un beso a esa señora y seguramente que las cachetadas las daría con todo. 2.- Que no se le ocurriera a la tía hacer lo mismo. Todo el tiempo lo pasé "monitoreándola", siempre en la sala de la casa, pero en un punto desde el cual nos podía, o más bien me podía ver. Siempre con esa sonrisa de "te atrapé y no te me vas a escapar", como un depredador al asecho.

En esas estaba cuando Miguel me dijo -No te hagas güey que te toca con Claudia- y me empujó. Lo primero que hice fue revisarme para saber si ya no estaba "como una moto" ufff que bueno que ya había pasado. Después reflexioné ¡¡¡Claudia!!! ¡¡¡Noooooo!!! todos estaban muertos de risa porque Claudia, además de ser tal vez la más fea del mundo entero, era desagradable, siempre olía mal, tenía el pelo grasoso y casi hubiese preferido darle un beso a la abuela de Alberto. Como estaba pendiente de que no se acercara la tía, no me di cuenta si lo hicieron a propósito o si fue legal, así que no podía alegar nada a mi favor. Contrario a lo que normalmente hace un chico jugando "Semana Inglesa" hice toooodo lo posible para que no me tocara ni un sólo beso. Pero seguramente Claudia hizo tooodo lo posible porque no tocara ninguna cachetada.

¡Lunes! gritaron todos, fuiii cachetada ¡Martes! cachetada, ¡Miércoles! cachetada, hasta ahí todo iba bien, pero justo cuando gritaron ¡Jueves! la tía de Alberto salió al jardín, con una copa en las manos y poniendo mucha atención ¡Beso! gritaron todos. Por un momento perdí el control de la situación y no fue sino hasta el Sábado que lo recuperé. Ese gusto no me duró mucho porque al grito de ¡Domingooooo! la tía caminó hacia nosotros y no supe para donde voltear. El resultado fue 4 cachetadas, dos besos en la mejilla y uno en la boca.

Todos tenían una mezcla de cara de risa y de morbo, ¡Dios no existe! me dije pero tenía que cumplir. Claudia me dio tres golpecitos y yo un par de acercamientos a su mejilla. Cuando tenía que pagar mi deuda dominguera, la tía de Alberto ya estaba parada detrás del círculo que formábamos al rededor de la fogata. La miré y ella me hizo un gesto de complicidad, como diciendo anímate no pasa nada. Al siempre impertinente del Chivo se le ocurrió gritar -¡De lengüita! ¡De lengüita!- y todos lo corearon. Tenía que cumplir, tenía que darle un beso de lengüita a la niña más fea del planeta. Y lo peor, enfrente de la tía de Alberto, no había forma de rajarse, no podía demostrar cobardía. He de decir que mientras tenía los ojos cerrados ese beso no fue nada malo, sin embargo me di cuenta porque, al momento de hacerlo lo que tenía en la mente era aquella escena en la que he tenido que pasar por un espacio muy estrecho e imaginé que en ese momento no era Claudia sino la tía de Alberto.

De pronto escuché Ey Ey ya párenle si van a quedar sin aire. Oh oh, que error y que horror, tenía a Claudia completamente abrazada y según cuenta Miguel, fue el beso más largo y apasionado que había visto. Detrás de esos espantosos anteojos de pasta, los ojos de Claudia brillaban y su mirada era preocupantemente tierna. Discretamente busqué a la tía de Alberto y cuando la encontré me miró con desdén, dio media vuelta y se fue hacia la puerta. Pero llegando al umbral se volvió para encajarme una sonrisa.

Ahora la botella decidía quien se tenía que tirar a la alberca, y uno por uno fuimos cayendo al agua que ya estaba fría, diría que casi congelada, lo cual provocaba una reacción en las chicas que nosotros agradecíamos y ellas hacían que no se daban cuenta de ello.

Avanzada la noche la abuela nos llamó a cenar, al fuego de la fogata hicimos jochos con las típicas salchichas y de postre los imperdonables bombones asados.

Unos se regresaron a sus casas, otros decidieron montar casas de campaña en el jardín y por fin llegó la santa paz de la noche. Miguel, el Chivo, Alberto, Serafín, Elena, Norma, Sandra, Claudia y yo nos abrigamos, sacamos sleeping bags y nos tiramos en el jardín para ver el cielo estrellado y seguir platicando. A esa hora ya hacía frío, así que la abuela nos preparó un delicioso chocolate espeso y bien caliente. Era el momento de hablar de cosas más bien serias, importantes. Por supuesto que yo hice lo necesario para no tener a Claudia junto a mí y ella hizo lo contrario, con tal éxito que no pude evitar sentir como su mano me rosaba de vez en cuando.

Nos fuimos quedando dormidos, la noche avanzó y con ella el piquete y zumbido de lo moscos se hizo insoportable para mí, así que decidí entrar a la casa y buscar un huequito donde acomodarme para seguir durmiendo.

Ahí, el único espacio que estaba disponible era un sofá que estaba en el segundo piso, me robé una almohada, me metí al sleeping y justo cuando me disponía a dormir una voz muy bajita me llamó...

Creo que tendrán que esperar un poco más para saber qué pasó. Jijiji.

viernes, 18 de julio de 2008

Yo he tenido mi Mrs Robinson, pero a los 13 Parte 2

Como advertí anteriormente, este relato es algo largo. Esta es la segunda entrega:

Regresamos a la casa de Alberto. El Chivo se quedó con las ganas de manejar porque la tía tomó el mando, y lo mandamos al asiento de atrás.

Yo miraba las piernas de la tía y ella sonreía, el Chivo ni cuenta se daba. Puse la mano en mi pierna de tal suerte que cuando ella metía tercera y cuarta podía tocar su mano. Se dio cuenta y la dejaba en la palanca. Por fin llegamos y bajé como impulsado por un resorte, mi pobre corazón de adolescente estaba otra vez como una moto. Quería contárselo a alguien y el indicado era Miguel, pero después pensé que no era adecuado, sin embargo me moría de ganas de hacerlo, era mucho lo que estaba pasando y yo no podía con todo eso. Resistí y creo que fue lo mejor que pude hacer.

Mientras la abuela y la hermana hacían de comer, el Chivo, Miguel, Alberto y yo nos fuimos a la alberca. Ahí los típicos juegos de a ver quien cruza por debajo y más rápido la alberca, el típico molestar al Chivo que apenas sabía flotar y eso si, una buena dotación de papas y refrescos. Chelas no porque la abuela no nos dejaba.

En esas estábamos cuando apareció la tía con una batita muy pequeña, que de espaldas a nosotros la dejó caer lentamente, después volteó hacia nosotros y sonrió. Sí llevando esos vestidos que le gustaba traer se veía espectacular, en ese traje de baño se veía impresionante. Alberto dijo "No mamen" y nos empezó a echar agua a la cara, fue por una pelota y nos pusimos a bolear, por supuesto que estaba en mi elemento porque siempre fui bueno para el voleibol, así que hice gala de mis mejores remates "mostrando mi hombría". Ella no dejaba de seguirme con la vista.

Nos llamaron a comer, así que nos fuimos a la mesa así como salimos de la alberca, pero la abuela a punta de altisonantes nos mandó a secarnos y ponernos por lo menos una camiseta. Ahí la cosa se puso divertida porque echamos albures tratando de que ni la abuela, ni la hermana ni mucho menos la tía se dieran cuenta. Al final la abuela dijo, no crean hijos de su peor sueño que no les entiendo, cuando ustedes apenas van yo ya vengo de regreso escuincles caguengues. La tía simplemente se reía con nosotros, o debo decir conmigo.

Después de comer nos echamos en el pasto junto a la alberca, y nos pusimos a repasar los rollos del año que terminó. Muertos de la risa y presumiendo cada quien sus "logros" o lo que es lo mismo, las conquistas. Bueno no todos porque el Chivo si que tenía mala suerte con las chicas. La tía nos observaba sentada en una silla de jardín done "estaba leyendo". Más tarde la hermana se sumó al grupo, así que el tópico cambió y pasamos a recortar al personal de la escuela.

Nos duchamos y preparamos a prender una fogata, en esa casa había lugar específico para prender fogatas y en esa parte de Cuernavaca suele hacer frío por las noches. Sonó el teléfono, Alberto nos dijo que otros amigos que también tenían casa allá ya habían llegado y se sumarían a la fogata. Genial el asunto iba mejorando, no sólo porque tendríamos una buena fiesta, sino porque entre más gente habría, más posibilidades de buscar un momento para platicar con la tía.

El reventón de secundaria se hizo en grande, bueno éramos como 15 chicos y chicas, más la abuela claro y la tía. Lo pasamos muy bien, se notaba que ya no teníamos la carga de angustia que da el fin de año. Todo iba bien excepto que no encontraba el momento ni la forma para acercarme a la tía que no dejaba de seguirme con los ojos. El Chivo no dejaba de seguirme a todos lados, como Burrito de Shrek. Me entró una especie de angustia porque quería estar con la tía pero no había manera.

Por fin, fui a la cocina y el chivo se quedó sentado junto a la fogata. Entonces me di cuenta que la tía me siguió. -Eres como el líder del grupo ¿verdad?- se paró junto a mí, más bien se recargó en mí. No supe que decir, el corazón se volvió a acelerar, mis rodillas temblaban, la boca se me secó y no fui capaz de articular palabra. Tanto que había esperado ese momento y no supe que hacer.

-Déjame ayudarte porque veo que se te van a caer los refrescos ¿Por qué tiemblas?- Vaya pregunta, apenas si alcancé a decir -¿temblar yo? nah, tal vez sea porque ya bajó la temperatura, creo que me voy a poner unos pans- Dejé los refrescos y salí corriendo de ahí a mi cuarto.

-Pendejo- me dije -eres retegüey- me recriminé -tanto que lo buscaste y mira que hiciste-.

Cuando me di cuenta ella estaba en la puerta, con esa sonrisa tan especia y que me hacía perder el control -¿Todo bien? ¿te ayudo en algo?- Joder que si quería que me ayudara -N n no gracias yo puedo solo-. Quise salir de la habitación pero ella me cerró el paso -¿A donde vas con tanta prisa?- Oh oh, creo que estoy atrapado. Ella sonrió pero esta vez no me gustó porque sentí que era su burla, que se estaba divirtiendo conmigo y con mi mejor gesto de molestia le dije que me dejara pasar.

-Ah ¿te enojaste? ¿por qué?-
-No me enojé y quiero salir de aquí-
-Uy ¿te han dicho que te ves muy guapo cuando te enojas?-
Zas! me desarmó, pero no se lo iba a demostrar. -Pues no estoy enojado y quiero volver con mis amigos-

Se hizo a un lado, pero no mucho, sentí que me estaba retando a pasar por ahí pero si lo hacía tendría que pegarme a su cuerpo. Un chico a esa edad lo último que puede demostrar es eso, yo no era un cobarde así que me armé de valor y pasé. Uuuufffff nunca había sentido algo así y ella hizo todo lo posible para que ese paso fuese leeento. Pero al final salí corriendo de ahí, fui por los refrescos y volví a la fogata.

Continuará.....